lunes, octubre 30, 2006

(V) Caer. Levantarse. Volver a caer. Volver a levantarse...

Solo se le ocurren estas palabras mientras contempla indeciso la pantalla vacía de su ordenador. Es la noche de un jueves que pasará de largo para la mayoría, y que hoy y ahora para él es un momento más de la larga lista de indecisiones y decisiones que no querría jamás tener que hacer. Y por alguna extraña razón en el fondo de su alma anhela.


Piensa apesadumbrado en un montón de cosas, ninguna en especial aunque sí una en particular. Le ayuda engañarse diciéndose que la mayoría de la gente duda acerca de las mismas cosas, pero por una extraña razón no consigue hacerlo.

Quizás por eso este delante de una hoja de texto vacía, con la frase "Esta historia, como todas aquellas que merecen ser contadas, trata sobre una mujer" como única integrante de un intento más de la novela del siglo. Sonríe pensando en las muchas (demasiadas) películas de caballeros que ha visto y no puede reprimir el hecho de añadir "sobre una mujer y una venganza al hombre que mato a mi padre, ME LLAMO IÑIGO MONTOYA...", pero pasado el arrebato lo borra y continua con las ideas menos criticables. O quizá, menos arriesgadas.

Mujer, es curioso como ha llegado a necesitar hablar con si mismo a través de un texto virtual, porque eso es lo que hace, sabe que no será novelista, pero ha encontrado muchas veces el gusto de comprenderse al leer lo que sentía, y siempre fantasea pensando en como le gustaría poder encontrar a alguien al que dejar leer eso, pero no es momento de esa historia, hoy es momento de risa, esperanza, sinceridad (con él mismo) y sobre todo ayudar a una persona.

Lo peor de la sinceridad, se dice, es conseguirla para uno mismo, hasta el punto de renunciar a creerse feliz para serlo. Es algo que con Belén no cumplió, y al final el riesgo de esta apuesta es sufrir y que salga mal. Su promesa al tiempo que se recuperaba era no volver a caer, y ahora le da miedo hacerlo. Miedo, curiosa palabra, no hace mucho se sentía vencedor en su batalla personal ante esta cruel palabra, y hoy duda de esa victoria. Cree que más bien es una pequeña guerra que todos libramos, que no hay que esquivar y por la que debes tratar de ganar siempre.

No, no se engaña, todos caemos, tenemos ese derecho, y a veces pierde, pero lo importante (más allá del tener a alguien al que poder agarrarte para luchar la siguiente vez) es estar dispuesto a levantarte. Hoy no puede evitar pensar en todo eso, y lo que es lo más curioso, no es porque sea él el que ha caído, sino ella. Y por mucho que sepa que nadie le creerá jamás (incluso a veces duda de él mismo) lo único que le importa ahora y realmente no sabe si es por necesidad después de lo de Belén o por algo más... especial, es ayudarla a ella a levantarse. Tiene complejo de héroe.

Definitivamente ha visto muchas películas de caballeros. Lo único que quedará de este texto será la frase "Esta historia, como todas aquellas que merecen ser contadas, trata sobre una mujer". Y quizá, sea eso lo mejor que ha escrito jamás. Al menos, dentro en lo que su memoria alcanza.

1 Comentarios:

At 5:55 p. m., Blogger Unknown dijo...

Os pido que continueis escribiendo.. os ruego que continueis con la historia..

A mi me ha encantado, y quiero mas..

Como ya le he dicho a Larteas en su propio blog, me gusta como escribis y disfruto leyendoos..

Ahora solo falta, que me hagais un poco de caso, y no me pongais la excusa de los examenes..

 

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